viernes, 3 de mayo de 2013

TRABAJO COLABORATIVO 2
PARADIGMAS DE LA INVESTIGACIÓN SOCIAL_401526_49



REALIZADO POR 

EUNICE GUERRERO CARO
COD. 42.366.768
DIANA MARCELA GONZALEZ BEDOYA
COD. 42.141.359
ÁNGELA MARÍA RÚA TRUJILLO
COD. 42.701.465
MARLIN EVELIN CUARTAS
COD. 43.261.502
ROSA ELVIRA ISAZA




TUTOR
CARLOS PATIÑO MUÑOZ


UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y A DISTANCIA UNAD
ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES, ARTES Y HUMANIDADES
PROGRAMA DE PSICOLOGÍA
24/05/27







PROPÓSITO DEL BLOG.

Este blog ha sido creado con el firme propósito de dar a conocer y comprender los paradigmas emergentes y su aplicación en el campo de la investigación social, reconocer el contexto histórico y sociocultural en que emergen las distintas posturas paradigmáticas, hacer lecturas científicas de los problemas cotidianos y científicos que como profesionales nos corresponde afrontar, aplicar los fundamentos conceptuales y metodológicas de los paradigmas tradicionales y emergentes en el análisis y solución de problemas y situaciones específicas relacionadas con su hacer profesional. Se pretende además de todo esto; analizar críticamente y asumir posiciones frente a los supuestos teóricos y postulados conceptuales y metodológicos de la teoría sistémica, de la complejidad y el holismo como paradigmas emergentes, precisando su utilidad y aplicación para la comprensión y solución de problemas, casos y situaciones que afectan el mundo social y humano, formular explicaciones que transcienden la unidimensionalidad de los fenómenos, reconociéndolos en su complejidad.




b) BIOGRAFIA DE: 


BIOGRAFIA
PLANTEAMIENTOS PRINCIPALES
PLANTEAMIENTOS FUNDAMENTALES












JAN CRISTIAN  SMUTS





Nació el 24 de mayo de 1870, en la granja familiar Bovenplaats, cerca de Malmesbury, en la Colonia del Cabo. Su familia eran agricultores prósperos, Afrikáner tradicionales, establecidos desde hacía mucho tiempo y muy respetados.
Jan era tranquilo y delicado como niño, fuertemente inclinado hacia ocupaciones solitarias. Durante su infancia, a menudo salía solo, explorando la campiña circundante; esto despertó una pasión por la naturaleza que mantuvo a través de su vida.
Como segundo hijo de la familia, la costumbre rural dictó que él se quedaría trabajando en la granja de sus padres. Una educación formal plena era típicamente acotada al primer hijo. Sin embargo, en 1882, cuando tenía doce años, su hermano mayor murió y Jan fue enviado a la escuela. Así pasó a ocupar el lugar de su hermano. Jan asistió a la escuela en las cercanías de Riebeek West. Hizo excelentes progresos a pesar de su comienzo tardío y alcanzó a sus contemporáneos en cuatro años. Se trasladó a la Victoria College,Stellenbosch, en 1886, a la edad de dieciséis años.
En 1926 publico Holismo y evolución.  Según el cual si se configura el todo con sus partes produce pero se observa la totalidad se producen realidades y efectos diferentes a los producidos por sus partes.

El mundo está hecho de conjuntos contenidos dentro de otros contextos u solos
Que a su vez están contenidos dentro de otros más configurados.

El proceso holista lo inscribió dentro  de procesos evolutivos caracterizados por la síntesis creadora en una actividad dinámica hacia ideales holísticos






EDGAR MORIN






Nace el 8 de julio de 1921 en París. Sus primeros años los paso al lado de sus padres, a la muerte de su madre pasa a ser criado por su padre y su tía materna, a pesar de su corta edad se vuelve un gran lector de diversas temáticas lo cual junto con la investigación, lo caracteriza en el trascurso de su vida.
Comenzó su labor filosófica con la lectura de los diversos representantes de la Ilustración del s. XVIII. Se vinculó al socialismo gracias al apoyo del Frente Popular (al cual se unió en la Federación de Estudiantes Frentistas, dirigida por Gaston Bergery) y al gobierno republicano español en la Guerra Civil Española.

Edgar Morin ve el mundo como un todo indisociable, donde nuestro espíritu individual posee conocimientos ambiguos, desordenados, que necesita acciones retroalimentadoras y propone un abordaje de manera multidisciplinar y multirreferenciada para lograr la construcción del pensamiento que se desarrolla con un análisis profundo de elementos de certeza. Estos elementos se basan en la complejidad que se caracteriza por tener muchas partes que forman un conjunto intrincado y difícil de conoce

Ludwig Von Bertalanff






Nace : 19 de septiembre de 1901
Lugar: Viena, Austria
Muere: 12 de junio de 1972
Lugar: Bufalo,New York, EEU
Biólogo austríaco que Nacido en una distinguida familia de nobles húngaros, Ludwig von Bertalanffy estudió en su casa hasta los diez años, tras lo cual comenzó a recibir educación formal. Aprendió historia del arte, filosofía y ciencias en la Universidad de Innsbruk y más tarde en la Universidad de Viena, donde fue discípulo de Robert Reininger y Moritz Schlick. En 1926 recibió su doctorado y dos años después publicó su primer libro sobre biología teórica. En 1937 se trasladó a Estados Unidos con una beca de la Fundación Rockefeller,
Realizó inmensas contribuciones en el campo de la educación, la historia, la filosofía, la sociología y la cibernética, pionero en la concepción organicista de la biología y recordado principalmente por la "Teoría general de los sistemas".
En 1961, Ludwig von Bertalanffy se desempeño como profesor de biología teórica en la Universidad canadiense de Alberta (Edmonton), finalizando su actividad académica como Profesor en el Centro de Biología Teórica de la Universidad Estatal de Nueva York en Búfalo (1972)


c. Tres artículos científicos

PARADIGMAS  EMERGENTES  DE  LA  INVESTIGACIÓN  SOCIAL


Se refiere a la naturaleza de los fenómenos sociales y a su grado de estructuración. Plantea la controversia de si la realidad social es algo externo a las personas y se impone desde fuera o, por el contrario, es algo creado desde un punto de vista particular. Guba (1990), considera que un paradigma puede ser estudiado y caracterizado a partir de tres preguntas: La primera, de carácter ontológico se refiere al objeto cognoscible y es:¿Cuál es la naturaleza de lo cognoscible? O, dicha de otra manera: ¿Cuál es la naturaleza de la realidad?



Paradigmas Emergentes y Ciencias de la Complejidad
En  Revista, OPCIÓN (LUZ) 2011. N. 27,65, pp. 45-80

El presente artículo trata de relacionar las principales posiciones actuales sobre las “teorías del ser” con sus correspondientes “teorías del conocimiento”, es decir, la ontología con la epistemología; y pone el énfasis en el paradigma sistémico y su complejidad estructural, por un lado, y en el proceso cognitivo necesario y transdisciplinario, por el otro. Paralelamente, se analizan algunas teorías de la “nueva ola”: para la primera parte, la “teoría de las supercuerdas”, y, para la segunda, con un enfoque onto-epistémico, la “teoría de las estructuras disipativas de Ilya Prigogine”, la “teoría de los sistemas adaptativos complejos de Gell-Mann”, la “experiencia de verdad transdisciplinaria de Gadamer” y la “relación entre lo psíquico y lo físico” según varios Institutos Modernos
Es deber de la ciencia ofrecer una explicación rigurosa y completa de la complejidad de los hechos que componen el mundo actual e idear teorías y modelos intelectualmente satisfactorios para nuestra mente inquisitiva. Pero, al mismo tiempo, este proceso de la ciencia no puede partir de la nada, o al azar, sino que siempre lo hace asumiendo unos presupuestos que juzga evidentes, seguros y confiables; y, cuando no es así, puede llegar a conclusiones decepcionantes, como la que experimentó el gran matemático y lógico alemán Gottlob Frege, de la Universidad de Berlín, en la construcción de su famosa lógica matemática: “cuando apenas habíamos completado el edificio –dice– se nos hundieron los cimientos” (Racionero-Medina 1990: 88).
Las grandes preguntas que nos hacemos hoy día giran entorno a las raíces y soportes de la ciencia y del conocimiento humano en general, es decir, son de naturaleza filosófica: ¿qué es la verdad?, ¿qué significa conocer?, ¿en qué consisten exactamente la verificación y la validación?, ¿cómo se originó la vida?, ¿qué sentido tiene el Universo?, ¿somos inevitables o estamos aquí por pura casualidad?, ¿es cierto que toda la realidad procede de los retorcimientos de bucles de energía en un hiperespacio de once dimensiones?, etc. Se trata, en fin de cuentas, de ahondar en nuestro conocimiento considerado como el más seguro porque lo creemos “científico”, pero ¿con qué concepto de ciencia? Y, en todo caso, ¿es la ciencia clásica la única vía para la adquisición de un conocimiento seguro, confiable y defendible epistemológicamente?  Durante los últimos 20 años, la Unesco, como Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, viene insistiendo y nos alerta sobre una serie de ideas de máxima relevancia (Ciret-Unesco: 1997,2000; Unesco: 1998). Entre esas ideas están las siguientes afirmaciones.
El Problema de las Realidades Complejas
Según Edgar Morin (en sus diferentes obras desde 1981 al 2000) – la “complejidad”:
 es un tejido (de complexus: lo que está tejido en su conjunto) de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados;

  •  presenta la relación paradójica entre lo uno y lo múltiple; 
  •  tiene una dimensión sistémico-organizacional;
  • es una constelación de propiedades y comprensiones diversas;
  • comporta diversas “dimensiones”, trazos diversos, pero indistinción interna;
  •  lo complejo admite la incertidumbre y, mientras mayor sea la complejidad, mayor es el peso de la incertidumbre;
  •  su futuro, generalmente, es impredecible;
  •  lo complejo no es determinista, ni lineal, ni estable;
  •   los fenómenos complejos no se rigen por leyes universales e inmutables, especialmente en los dominios biológicos, ecológicos y humanos;
  •  lo complejo se construye y se mantiene por la auto-organización;
  •  es un sistema abierto y está siempre en proceso de cambio que revela, a veces, autonomía y, a veces, dependencia, por eso, está lejos del equilibrio;
  •  y produce emergencias con propiedades nuevas que no existían previamente en los elementos aislados
El término  de “ciencias de la complejidad”  fue acuñado a raíz de la fundación del Instituto Santa Fe (Nuevo México, EE.UU) dedicado al estudio de los fenómenos, comportamientos y  sistemas que exhiben complejidad; están  marcados por inestabilidades, fluctuaciones, sinergia, emergencia, auto organización, no-linealidad, bucles de retroalimentación positiva y negativa, equilibrios dinámicos, rupturas de simetría o cercanos al caos.

La Teoría de los Sistemas Adaptativos Complejos
Un “sistema adaptativo complejo” es un tipo especial de sistema complejo; es complejo en el sentido de que es diverso y conformado por múltiples elementos interconectados; y es adaptativo, porque tiene la capacidad de cambiar y aprender de la experiencia.
La expresión «sistema adapativo complejo» (o «ciencia de la complejidad») fue acuñada –como ya señalamos– en el interdisciplinario Santa por John H. Holland (pionero), Murray Gell-Mann y otros. La ciencia de la complejidad no es una teoría única, ya que abarca más de un marco teórico, es sumamente inter- y transdisciplinaria y busca las respuestas a algunas preguntas fundamentales sobre los sistemas vivos, adaptables y cambiables.
Entre las ideas matrices de su “teoría de los sistemas adaptativos complejos”, están las siguientes, que, a su vez, figuran o están muy cerca del “paradigma sistémico”:

  • Los sistemas adaptativos complejos son sistemas con capacidad para adquirir y procesar información.
  • Tejen redes de nodos y conectores a través de los cuales circulan flujos de datos.
  • Tienen capacidad para descomponer en bloques una escena compleja, combinar   esos bloques, construir modelos internos mediante su ensamblaje y detectar en situaciones novedosas bloques ya modelados y conocidos.
  •  Están compuestos por agentes (elementos activos de distinto tipo) que interac-túan entre sí siguiendo un conjunto de reglas o normas y que, mediante procesos de aprendizaje y acumulación de experiencia, se adaptan al medio ambiente (Gell-Mann 1994: 39, Holland 1995: 22-25).
  • Los agentes llevan a cabo entre sí interacciones agregadas que dan lugar a la emergencia o aparición de comportamientos más complejos que los que muestran por separado; por ello, un sistema adaptativo complejo es más complejo que la suma de los comportamientos de sus partes.
  •  Esas actuaciones pueden tener para ellos consecuencias positivas o negativas; de ese modo, algunos esquemas sobreviven y prosperan, mientras que otros quedan desacreditados y son descartados.
  • La simulación computacional puede ser necesaria para el estudio de los sistemas adaptativos complejos y para la búsqueda de las leyes que los rigen (Holland: 1995); pero, no pueden equipararse ni reducirse a un conjunto de algoritmos; los algoritmos son solo una modalidad de sistemas adaptativos complejos.


    ARTÍCULOS CIENTÍFICOS ACERCA DE LOS PARADIGMAS EMERGENTES DE LAS TEORÍAS SISTÉMICA, DE LA COMPLEJIDAD Y EL HOLISMO

ARTÍCULO CIENTÍFICO TEORIA DE LOS SISTEMAS



TEORIA DE SISTEMAS, TRABAJO SOCIAL Y BIENESTAR

En los treinta últimos años se ha producido una rápida extensión del denominado paradigma sistémico en la reflexión sobre las políticas normativas, el Estado del bienestar y el Trabajo Social. El eco que proponía su renovación teórica parecía asegurado ya que la actual teoría de sistemas se fundamenta en una constatación que atañe a la complejidad estructural de la sociedad contemporánea y que ha acarreado la diferenciación de sistemas que recrean de forma objetiva la gestión de espacios sociales de forma independiente y autónoma de otros subsistemas. Su principal impulsor, Niklas Luhmann, profesaba en tal sentido una teoría del conocimiento fundada en una teoría de la sociedad, y su epistemología pretende construirse desde el respeto a la pluralidad policéntrica delimitada en el análisis de la realidad social, y el abandono de la concepción de la sociedad como una unidad compuesta por diferentes partes. Veamos cuál es el alcance de sus propuestas.

Teoría clásica de sistemas

La orientación sistémica en el Trabajo Social adopta aún el modelo basado en la teoría clásica de sistemas (Durkheim, funcionalismo, primera teoría cibernética) (1), entendiendo por sistema un conjunto de elementos interrelacionados entre sí, cuya unidad le viene dada por los rasgos de esa interacción y cuyas propiedades son siempre distintas a los de la suma de propiedades de los elementos del conjunto. No es necesario recordar que una de las ventajas que la teoría de sistemas proporciona es el elevado grado de generalidad de sus planteamientos y la amplitud del dominio de su aplicación. Pero al mismo tiempo es preciso indicar que, al igual que en otros ámbitos la teoría de sistemas ha sido aplicada como débil ideología, cargada de elementos tecnocráticos que no parecen corresponder con las pretensiones iniciales de la teoría, convirtiéndose en ocasiones la perspectiva sistémica en una vulgar metafísica sin fundamento alguno. Para la teoría clásica de sistemas el problema central estriba en la diferencia entre sistema y entorno (conjunto de elementos que tienen influencia sobre los elementos del sistema o son influidos por él, aunque no pertenecen al mismo sistema). Un problema que afecta a la caracterización del sistema mismo y que se traduce en la diferencia entre sistemas abiertos y cerrados: aquellos sistemas que son tales en tanto mantienen relaciones con su entorno y aquellos que no precisan relaciones con su entorno para mantenerse como tales. Una de las fases más importantes en la evolución de la teoría de sistemas comienza a iniciarse en los años sesenta, cuando aparecen las denominadas teorías de la auto organización, que consideraban sistemas que puede autoorganizarse, creando con ello su propia estructura y los elementos de que se componen. Es decir, sistemas que se constituyen a sí mismos mediante una clausura autorreferente y no tanto mediante un observador externo que señala la diferencia entre sistema y entorno. Son por tanto sistemas siempre cerrados: su clausura es condición indispensable de su existencia, sin embargo no podemos olvidar que estos existen como tales sólo en un entorno y
que la diferencia entre sistema y entorno es una diferencia constitutiva de todo sistema. Por ello nunca puede pensarse en un sistema aislado del entorno, al modo de los sistemas cerrados de la teoría clásica, sino en un sistema autorreferente que, en su misma clausura, contiene la diferencia entre sistema y entorno, como diferencia constitutiva.

Sistemas autorreferentes

La teoría de los sistemas autorreferentes, dado que estos son estáticos y dinámicos a un tiempo, introduce desde una nueva perspectiva los problemas de la estática y dinámica de los sistemas, tema esencial en la teoría clásica. Esta innovación de la noción de sistema permite a su vez un tratamiento renovado del clásico tema de la diferenciación funcional. Así, para autores como Niklas Luhmann, el sistema no será ya una referencia estadística, sino que se encuentra sometido al dinamismo de la función que persigue, que es un esquema dinámico de posibilidades. En suma, la teoría de sistemas ofrece a este autor un marco adecuado para abordar el problema de la complejidad.

Precisamente la actual teoría de sistemas se fundamenta en una constatación que atañe a la complejidad estructural de la sociedad contemporánea y que ha acarreado la diferenciación de sistemas que recrean de forma objetiva la gestión de espacios sociales de forma independiente y autónoma de otros subsistemas. Así Luhmann profesa una teoría del conocimiento fundada en una teoría de la sociedad, su epistemología pretende construirse desde el respeto a la pluralidad
policéntrica delimitada en el análisis de la realidad social, y el abandono de la concepción de la sociedad como una unidad compuesta por diferentes partes.

La noción clásica, que parte de la distinción entre el todo y sus partes sin que ninguno de estos dos elementos tenga contacto con su entorno (Durkheim, funcionalismo, primera teoría cibernética), se sustituye por la distinción entre el sistema y su entorno y entre cada subsistema y
su entorno. Superando la concepción Atradicional@ de la sociedad, Luhmann la describe entonces como un sistema recíproco de comunicación con sentido. Todo ello permite a su vez un tratamiento renovado del clásico tema de la diferenciación funcional. Así, en vez de analizar las diferentes funciones sociales, esta nueva teoría adopta una forma estructural como es la emergencia evolutiva de círculos comunicativos cerrados, cada uno de los cuales desarrolla una función propia. Si tales círculos son cerrados, se produce una diferenciación sistémica de modo tal que cada sistema se forme distinguiéndose de un entorno, lo cual da lugar a un modelo dinámico en el que cada subsistema (o sistema parcial) introduce el resto del sistema social como un entorno interno. Y además se mantiene la idea de que cada subsistema es autorreferente, lo cual introduce un importante sesgo en la formulación de la teoría del conocimiento. En principio esto significa que las operaciones no pueden apoyarse sino sobre anteriores operaciones de la misma naturaleza (así las decisiones políticas como elementos del sistema político sólo son posibles sobre la base de decisiones políticas anteriores y sólo se las puede relacionar con una red de decisiones de ese tipo que se diferencian de las decisiones económicas, legales, religiosas. Sin embargo, y en segundo lugar, no existe la posibilidad de un único principio regulador para el conjunto de la sociedad, ya sea de un subsistema sobre los demás, ya sea de un criterio externo común sobre el conjunto de los subsistemas sociales (por ejemplo, una política de bienestar que regule el subsistema económico). De ahí que Luhmann sea tan escéptico respecto a la elaboración de planes de justicia social basados en un consenso moral y que luego se apliquen al conjunto de la sociedad. De ahí también la escasa atención a cuestiones políticas normativas como las dedicadas a política social.
Tal fundamentación del sujeto de conocimiento tiene notables concomitancias con las teorías del conocimiento que desde Lukacs han proliferado en las vertientes hegelianas de lo que Perry Anderson  (1979) llamó el marxismo occidental, y que pusieron de manifiesto en el ámbito de las ciencias sociales la problemática del lugar epistemológico sobre el que se radica el sujeto cognoscente. En el marxismo esta cuestión ha dado lugar a diversas soluciones: algunas más toscas como las que identificaban el sujeto -objeto que conociéndose se transforma con el partido revolucionario de vanguardia, hasta aquellas de mayor fuste epistemológico que subrayaban la comunión transcendental de conocimiento e interés.

Todas ellas sin embargo mantenían en común un momento que desaparece de la teoría luhmaniana: el carácter emancipador que produce el conocimiento de la realidad que modula al propio sujeto cognoscente; el poder que proporciona el conocimiento de desconectar críticamente las dependencias que lo someten a una realidad, que deja de tiranizar en la medida en que es intelectualmente aprehendida. Ello supone un concepto de verdad que se sostiene contrafácticamente al margen de la realidad que oscurece al sujeto socialmente modulado, y una esperanza de ganarla a partir de procesos de autorreflexión colectivos. Es ese horizonte que aún proporcionaba un centro referencial a los supuestos de una teoría materialista de conocimiento el que se evade de la constatación posmoderna, que de ese modo destruye mucho más que las más caricaturescas versiones del positivismo: destruye cualquier principio crítico para el sujeto que se
auto comprende socialmente constituido, una vez olvidada cualquier epistemología de los procesos corrosivos de la historia efectiva.

La autopoiesis como teoría del conocimiento En realidad Luhmann piensa que algo es lo que es en tanto es objeto de observación para un observador determinado, con lo cual sustituye la teoría de la realidad por una teoría de la observación, puesto que no hay una realidad que sea independiente de la observación. Estamos por tanto en presencia de una re proposición de la metafísica idealista clásica y merece la pena subrayarlo, sólo que ahora aplicada a sistemas autor referentes (autopoiéticos) (2). La autopoiesis es la operación de un sistema mediante la cual el sistema crea sus propias unidades y su propia estructura, de modo tal que como operación creativa supone que el sistema que la lleva a cabo no necesite importar nada de lo que es exterior a ese sistema pues la unidad del sistema es producida por él mismo. Se trata además de una causalidad autor referente que evita de manera radical cualquier elemento teleológico y que supone el triunfo del mismo movimiento autor referente del sistema. Lo único que puede afectar a la autopoiesis es la decisión que toma el sistema de continuarla o no, de proseguir o no su reproducción. Una decisión que no tiene componente antropológico alguno y que es una decisión dependiente del mismo sistema y nunca de una causa ajena a éste. ) Qué intervención es pues posible si nos atenemos a la causalidad autopoiética? Ninguna, de ahí la parálisis que genera respecto a cualquier planteamiento de política social y de cualquier actividad propia del Trabajo Social.


ARTÍCULO CIENTÍFICO PARADIGMA HOLÍSTICO


La modernidad muestra signos de una sociedad “ansiógena”; al ser humano le resulta difícil adherirse al cambio, a un progreso permanente y vertiginoso, cuya rapidez lo perturba y desestabiliza. Emerge el desencanto, la abulia o el desenfreno; la exaltación de los derechos y, a la vez, una ingenua justificación que soslaya deberes inseparables a éstos. Opciones de vida que trasuntan, por una parte, una búsqueda de felicidad individual, con una valoración del placer, en un intento de ser más que nada “él mismo”, o bien el escape, la autocomplacencia, la enajenación, verse a sí mismo como ajeno al mundo, incapaz de integrarse a él, desagregado.

Una mirada retrospectiva de la humanidad permite constatar, por un lado, que esta situación de crisis no es nueva; pero, por otro, rastrear y rescatar los planteamientos, ideas y propuestas de filósofos, científicos y educadores frente a ello. Se observa, en este proceso, un Estudios pedagógicos (Valdivia) - Holistic: a guiding ligth for change http://mingaonline.uach.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718- conjunto de ideas vertebradoras, axiales y fundantes, que convergen en un paradigma global, totalizante, holístico. Una respuesta amplia, integral y unificadora, para fenómenos de iguales características. La educación debe atender y acoger estas ideas, capitalizando la oportunidad que le ofrece la reforma educacional en marcha.

INTRODUCCIÓN

La educación chilena, al igual que en el resto del mundo, se ve expuesta a innumerables desafíos que provienen de la dinámica actual de la sociedad en su conjunto, signada por el sello del cambio vertiginoso, exigente y profundamente perturbador. La globalización, las redes de información, los medios de comunicación de masas permean al individuo, entregando, o al menos perfilando, en él una visión de mundo, que éste hace propia, y de la cual no necesariamente tiene conciencia. Surge así una inevitable tensión entre lo universal y lo singular, situación que implica ventajas y riesgos, entre los cuales se vislumbra uno difícil de obviar, “que el carácter único de cada persona, su vocación de escoger su destino y realizar todo su potencial, en la riqueza mantenida de sus tradiciones y de su propia cultura, se ve amenazada por las evoluciones que se están produciendo” (Delors 1996: 12).

El peligro actual de nuestra cultura radica, entre otras cosas, en precipitar al hombre a un vacío ausente de carácter axiológico, y a una desintegración ética, que se expresa en la adopción de posturas extremas sobre una u otra materia o en un relativismo errático, “se habla de éticas de bolsillo, destinadas a resolver sólo el caso individual” (Roa 1995: 420. La atmósfera del vivir evidencia una época del postdeber, proclamando y enarbolando derechos, pero soslayando la íntima e indisoluble unión que éstos poseen con los deberes, observándose una actitud complaciente o indolente respecto de ellos. La existencia propiamente humana, como lo señala Gastón Berger, “no se vive simplemente, sino que se vive por algo” (cit. En González 1994: 18); ello implica que la existencia humana involucra un fundamental compromiso de sentido, enraizado y proyectado en objetivos libres y consecuentemente asumidos. Le Senne enfatizaba: “la única manera de conocer el valor es tratando de valer, vivenciando el valor”. Corresponde al hombre sobreponerse y experimentar esa insoslayable dialéctica de su desamparo ontológico y el afán de plenitud subsistencial. Paralelamente, la sociedad reclama sujetos capaces de insertarse adecuadamente en esta macluhiana aldea global, enrostrando a las instituciones acreditadas y creadas, en su seno, a responder a estas necesidades. El sistema educativo, entonces, es blanco permanente de estas demandas, se exige que la educación fomente en el individuo la capacidad de apreciar el valor de la libertad y las aptitudes que permitan responder a sus retos, que lo prepare para el logro de la autonomía y la responsabilidad, para que pueda manejar situaciones difíciles e inciertas. Estas demandas y exigencias deben ser atendidas, paradojalmente, en función de una mentada y Estudios pedagógicos (Valdivia) - Holistic: a guiding ligth for change http://mingaonline.uach.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-an-tecedida sociedad, que por sus características prospectivas es esencialmente difusa y sujeta a error. “¿Cómo podríamos especificar un futuro que no nos pertenecerá porque será hecho en el vivir de nuestros hijos e hijas, y no por nosotros mismos? ¿Acaso queremos quitarles a ellos la responsabilidad y hacer nosotros el mundo en que ellos harán y vivirán especificándolo desde ahora?” (Maturana y Nisis de Rezepka 1995: 9). Esta multiplicidad de hechos requiere la adscripción a un paradigma que permita zanjar o yuxtaponerse sincrónicamente a esta demandante y maleable estructura social. Paradigma que, en términos de Kuhn1, se refiere a una matriz disciplinaria que en un determinado momento direcciona el quehacer de la humanidad. Al interior de la es-tructura social, la educación cuenta con un inestimable doble estatus puede ser, por una parte, vocera y receptora de un determinado paradigma, como ha sucedido la mayoría de las veces en su desarrollo, o puede modificar el mismo en función de su propio thelos. “La educación –formal y/o informal– transmite las pautas latentes, censura las “visiones” incompatibles y enseña el modo correcto de interpretar los estímulos” (Toledo 1996: 3)2.

Se está ad portas de un giro trascendente, prohumano, con la irrupción de una emergente conciencia de responsabilidad universal, donde los macrosistemas confluyen y se interrelacionan en forma ecosistémica. Dwight Allens dice que el siglo XX podría ser recordado en la historia por el triunfo de la Persona; esta nueva cosmovisión pone en entredicho los actuales paradigmas educativos, requiriendo perspectivas amplias, pacientes y concertadas; perspectivas que sinteticen en forma equilibrada y dinámica los retos de una sociedad en cambio, respetando la singularidad del sujeto y el ecosistema3. Frente a esta posible y emergente aporía se postula un paradigma holístico.



PRESENTACIÓN DE LAS DIAPOSITIVAS QUE EXPLICAN LOS  PRINCIPALES PUNTOS DE LOS PARADIGMAS EMERGENTES











REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Morin, Edgar. (2007). Complejidad restringida y Complejidad generalizada o las complejidades de la Complejidad. Utopía y Praxis Latinoamericana, julio-septiembre, 107-119.

Cerda E., Gamal Abdel. (1998). HOLISTICA: UNA LUZ VERTEBRADORA PARA EL CAMBIO. Estudios Pedagógicos, Sin mes, 123-129.

Moreno, Pestaña, José L.; Domínguez, Sánchez-Pinilla, Mario. (2000). TEORIA DE SISTEMAS,    TRABAJO SOCIAL Y BIENESTAR. Nómadas, Sin mes, 49-54.

Vida y Obra de Ludwing Von Bertalanffy. En Nathalieorganiza. Recuperado de http://nathalieorganiza.blogia.com/2010/082203-vida-y-obra-de-ludwing-von-bertalanffy.php

Heisenberg, W. (1958a). Physics and philosophy: the revolution of modern science. Nueva York: Harpe
EINSTEN, Albert. (1.879-1.955) Un genio que revolucionó nuestra época. Revista
Correo. Madrid. 1.979. Vl 32. p.22
CAPRA, F. El Tao de la Física. Málaga 1.995
WLBER, Ken. El Paradigma Holográfico. Barcelona. 1.992.
Mario SOTO GONZÁLEZ, "Edgar Morin. Complejidad y sujeto humano", ISBN: 84-688-1188, Valladolid, 1999, Universidad de Valladolid, disponible en Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes




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